Tras varios meses en los que Reino Unido y la Unión Europea han estado negociando acuerdos relativos al transporte, finalmente el 24 de diciembre esto se formalizó. De este modo, se acordó que se podrá continuar ilimitadamente con los intercambios por carretera entre Reino Unido y Unión Europea. Aunque, bien es cierto, que se realizarán los correspondientes controles fronterizos y aduaneros.
Así, los casi 8.000 propietarios españoles de vehículos que transportan habitualmente a Reino Unido podrán continuar realizando en forma y cantidad los viajes. Eso sí, con controles fronterizos y aduaneros que se prevé conviertan en colas como las que se han visto los últimos días en el Eurotunnel y el puerto de Duque (y por las que se ha tenido que ampliar los tiempos de conducción y descanso). Este hecho viene derivado de la baja cantidad de puestos fronterizos existentes actualmente entre Unión Europea y Reino Unido.
Los transportistas europeos estarán en disposición de realizar dos operaciones de cabotaje para camiones en Reino Unido, algo que podrá evitar que vuelvan camiones vacíos. Hecho que se replica en los transportistas británicos en los países miembros de la UE.
Todo esto se aplicará provisionalmente desde el 1 de enero, puesto que todos los parlamentos de los estados miembros de la Unión Europea y el Parlamento británico tienen que aprobar el acuerdo relativo a las mercancías y camiones.
Para continuar transportando mercancías por Reino Unido, de este modo, los transportistas necesitarán la Licencia Comunitaria. Mientras que los británicos deben disponer de una nueva licencia que proporcione su administración. Eso sí, seguirán sometidos a los mismos requisitos de acceso al sector que el resto de transportistas de la Comunidad Económica Europea para que se asegure la competencia leal entre empresas comunitarias y británicas.