Durante los últimos tiempos se ha ido descubriendo que los coches diésel tendrán el tiempo contado en Europa y, de hecho, en Alemania se ha aprobado prohibir el uso de este tipo de vehículos. Todos excepto los Euro 6, según la sentencia del Tribunal Superior de lo Contencioso-Administrativo alemán. Con esto, se suprime la necesidad de legislación a nivel nacional, dejando en manos de los consistorios el dictamen.
Dicha sentencia insta a las ciudades a aplicar prohibiciones con carácter inmediato de circulación a los vehículos anteriormente mencionados. Todo ello tras la llamada de atención de la Comisión Europea y dando la razón a las demandas del Deutsche Umwelthilfe (DUH). Se estima que esta decisión supone una repercusión económica de 14.500 millones de euros con mayores presiones del Gobierno alemán a los fabricantes.
El Tribunal Superior se refiere a las ciudades para que la aplicación se efectúe “de manera inmediata y sin periodo de gracia”. Algo que afecta a más de 12 millones de automóviles, puesto que de los 15 millones de diésel se estima que tan solo 2’7 cuentan con tecnología Euro 6.
Bien es cierto que la implementación se recomienda de forma gradual para aquellas urbanizaciones de mayor dimensión. Así, se iniciaría con aquellos vehículos más antiguos con estándares de emisiones Euro 4, siguiendo con Euro 5 a partir de septiembre de 2019. De hecho, comerciantes y algunos residentes podrían estar exentos.
Ciudades como Hamburgo, segunda más grande del país, ya ha iniciado medidas con carteles que prohíben la circulación de los vehículos diésel más antiguos. Así, se espera que las restricciones se formalicen y entren en vigor a finales del mes de mayo.