Las autopistas que dependen de forma directa de la Administración General del Estado, a excepción de las “rescatadas” por el Estado al quebrar y que gestiona el Ministerio de Fomento, sufrirán un aumento de precios. Desde el próximo 1 de enero de 2020, esta red estatal de autopistas incrementará de media un 0’84% su precio.
Pero bien es cierto que son varias las autopistas que no se verán afectadas. Aquellas que explota Seittsa como firma pública a través de un contrato que no supone concesión. Estos 700 kilómetros son:
- Las cuatro radiales de Madrid,
- M-12 que une Madrid y aeropuerto de la capital,
- AP-41 Madrid-Toledo,
- AP-36 Ocaña-La Roda,
- AP-7 entre Cartagena y Vera,
- y la Circunvalación de Alicante.
Asimismo, el tramo de la AP-7 entre Tarragona, Valencia y Alicante tampoco se verá afectado por la finalización del contrato de concesión. Caso idéntico al de la AP-4 entre Sevilla y Cádiz, que también está gestionada por Abertis. Una situación que sigue al fin de la concesión de la AP-1 Burgos-Armiñón, que fue la primera vía de pago que concluyó el contrato concesionario para recaer en manos del Estado.
Pese a ello, más de 1.270 kilómetros se verán afectados por la subida media de los peajes en 2020:
- AP-2, Zaragoza – Mediterráneo
- AP-46, Alto de las Pedrizas – Málaga
- AP-51, AP-6, conexión con Ávila
- AP-53, Santiago de Compostela – Alto de Santo Domingo
- AP-6, Villalba – Villacastín – Adanero
- AP-61, AP-6, conexión con Segovia
- AP-66, Campomanes – León
- AP-68, Bilbao – Zaragoza
- AP-7, Alicante – Cartagena
- AP-7, Barcelona – Tarragona
- AP-7, Estepona – Guadiaro
- AP-7, Málaga – Estepona
- AP-7, Montmeló – La Junquera
- AP-71, León – Astorga
- AP-9, Ferrol – Frontera portuguesa